La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, volvió a ratificar que las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) tienen potencial para sustituir dinero en efectivo.

«Las CBDC pueden sustituir al efectivo, cuya distribución es costosa en las economías insulares. Pueden ofrecer resiliencia en economías más avanzadas. Y pueden mejorar la inclusión financiera donde pocos tienen cuentas bancarias«, ha explicado en el FinTech Festival celebrado en Singapur, donde ha presentado una guía de referencia para los países que están desarrollando estas divisas digitales.

Asimismo, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional subrayó que el sector público «debe seguir preparándose para desplegar CBDC y plataformas de pago relacionadas en el futuro«. «Estas plataformas deben diseñarse desde el principio para facilitar los pagos transfronterizos, incluidos los pagos con CBDC», afirmó.

Georgieva también afirmó que la inteligencia artificial «podría amplificar algunos de los beneficios de los CBDC» al proporcionar una puntuación crediticia precisa y asistencia personalizada. «Sin duda, tenemos que proteger la privacidad personal y la seguridad de los datos, y evitar sesgos implícitos para no perpetuar la desigualdad, sino tratar de reducirla. Gestionada con prudencia, la IA podría ayudar», añadió.

Georgieva también se hizo eco de los recientes comentarios del Jefe del BPI, Agustín Carstens, en el sentido de que las CBDC serán fundamentales para la innovación financiera y que el sector privado tendrá que desempeñar un papel importante a la hora de introducir las monedas en el mercado.

Qué son las CBDC

Las CBDC son iteraciones digitales de monedas soberanas como el dólar estadounidense o el euro emitidas por los bancos centrales. Utilizan la tecnología blockchain, lo que las asemaja a las criptomonedas. Los gobiernos de todo el mundo consideran que estas monedas podrían contribuir a la digitalización de los pagos, mejorar la eficiencia de los pagos transfronterizos y ayudar a la inclusión financiera, llevando los servicios financieros a las poblaciones no bancarizadas o infrabancarizadas.

Según el FMI, más de 100 países están estudiando la posibilidad de crear CBDC, lo que equivale aproximadamente al 60% de los países del mundo, un «interés sin precedentes» como lo ha descrito Georgieva.

Si bien una encuesta realizada en 2022 por el Banco de Pagos Internacionales (BPI), de los 86 bancos centrales encuestados, el 93% afirmó que estaba estudiando la posibilidad de emitir CBDC, mientras que el 58% dijo que era probable o posible que emitiera una CBDC minorista a corto o medio plazo. Pese a ello, apenas 11 países habían emitido un CBDC (Jamaica, Nigeria, Bahamas…), con otros 53 en fases avanzadas de planificación y otros 46 investigándolo, según datos del Atlantic Council.

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